Entrenamiento Pre-escénico
C U R S O P E R M A N E N T E

PARA BAILARINXS Y ACTORXS
Analisa Aza 2017
Este curso
Se enfoca en el estudio y el aprendizaje de prácticas que promuevan el autoconocimiento y el autocuidado desde un enfoque psicocorporal y psicoeducativo.
Pone el énfasis en la obtención de herramientas diseñadas en relación al arte escénico que permitan explorar, conocer y usar de forma más segura y plena los propios recursos internos.
Esto con el objetivo de desarrollar habilidades y cualidades mentales, emocionales y físicas
que puedan ponerse al servicio del ejercicio de la escena.
Desde lo
Pre-escénico
Esta propuesta se ubica dentro del área del trabajo pre-escénico, es decir que está dirigida a ‘la persona’ antes que al artista. De tal manera que el estudio y las prácticas desarrolladas en este programa, buscan en primera instancia ofrecer un espacio seguro en donde poder resignificar el estado de vulnerabilidad al cual toda persona se enfrenta en los procesos formativos, de investigación creativa y de exposición del trabajo escénico.
Desde este enfoque, se pretende abrir un espacio que permita un proceso de descondicionamiento de aquellos hábitos, patrones o conductas, que en vez de abonar en la consolidación de una identidad artística clara, la debilita.

Rehumanizando el aprendizaje
¿Por qué valorar un espacio para el desarrollo personal y de recursos internos, además del estudio de las currículas formales para la formación en arte escénico?
Partimos del hecho (evidente, aunque no necesariamente valorado), de que antes de ser bailarines, músicos o actores, somos personas. Y que es desde la propia personalidad que un artista de la escena se enfrenta a su quehacer.
En las artes vivas, la materia prima expresiva y creativa del artista es la persona en sí misma. Es decir: el propio cuerpo, los propios contenidos mentales y las propias emociones; los propios potenciales y limitaciones en desarrollo. Las necesidades personales -resueltas o no- y las experiencias de trauma. Todo esto dentro de un proceso de individuación, de sentido de identidad y de comprensión sobre el Sí mismo, que es dinámico y siempre en continua transformación.
De forma que el instrumento del artista de la escena es, en fin, su propia condición humana encarnada en el cuerpo.
Nada más complejo en cuanto al uso de un instrumento se trata. Y nada más riesgoso en cuanto al uso ignorante de este instrumento, con relación a su funcionamiento en términos psicosomáticos.
Cuán necesario resulta entonces, promover un ejercicio de rehumanización de la práctica escénica desde este punto de vista. En donde se pueda desarrollar una aproximación y una mirada sobre Sí mismo/a que sea ‘vinculante’, es decir, que permita entender la propia realidad corporal, mental y emocional en esta estrecha interrelación que implica a nivel personal. Así como el aumento de capacidades que permitan enfrentar el ejercicio escénico desde lugares de mayor seguridad, autonomía e integridad.
Emociones,
cuerpo y escena

Uno de los elementos de expresión artística centrales en el arte escénico es la emoción. Sin embargo, como seres humanos es común sentirse inseguro o desconfiado de la experiencia emocional; sobre todo si estas emociones son desagradables o aflictivas.
También es común que, en la búsqueda de alcanzar niveles de eficacia técnica, creativa e interpretativa, se tome una gran distancia entre el mundo emocional personal y el mundo emocional del 'ser artista'.
Esta elección puede ser útil para fines prácticos en la creación escénica, pero en términos personales puede producir grandes contradicciones internas, tanto en el trabajo escénico, como en la vida personal; ya que paradójicamente, aquellas emociones de las cuales buscamos tomar distancia, son las mismas que buscamos evocar como ingredientes primarios para la creación y la expresión.
De forma que trabajar con emociones en el arte escénico, no siempre significa establecer una relación consciente, sana y constructiva con éstas. Al contrario, es común mantenerse ajeno a su funcionamiento en términos psicosomáticos, sin contar con los recursos personales que abonen a su comprensión y potencien su uso para fines artísticos.
¿Y por qué poner énfasis en la emocionalidad?
Porque a pesar de que existe una íntima relación entre pensamientos y emociones, nuestra experiencia emocional sucede mayormente en el cuerpo y no en la mente, como generalmente se entiende (Nummenmaa, “et.al”. 2014). Por lo tanto, ocupar la vía de la evitación emocional para tratar de controlar los procesos de formación o de creación artística, en aras de fortalecer estrategias técnicas o expresivas, puede derivar en confusión y en la incapacidad para usar y potenciar el propio instrumento expresivo de forma más plena y beneficiosa.

El cuidado de Sí
El taller incluye
Materiales de apoyo
Cuadernillo de trabajo y de estudio
Prácticas guiadas en audo
Tanto en la apropiación de la técnica, como en los procesos de creación e investigación escénica, se practica el soltar los lugares conocidos para ir al encuentro de lo nuevo, de lo desconocido, de lo auténtico. Esto con la intención de conquistar cada vez más el propio potencial a nivel interpretativo y creativo.
Como artistas de la escena, nos movemos ‘hacia’ y ‘en’ las fronteras de las experiencias, buscando continuamente habitar los límites. Y no podría ser de otra manera si lo que buscamos es movernos a través de toda la gama de expresiones humanas, como mínimo.
El aspecto sensible de esto radica en que, al mismo tiempo que buscamos los límites, es completamente natural y humano sentirse inseguro ante lo diferente y lo desconocido.
Luego, para los artistas del cuerpo esto implica un grado mayor de complejidad en el sentido de que este ejercicio de habitar las fronteras, significa trabajar con contenidos internos complejos y en contextos que inevitablemente van a exponernos. Ya la gran directora de escena y pedagoga canadiense Pol Pelletier (https://polpelletier.com), ponía especial énfasis en esta dimensión la formación y el trabajo del creador escénico, cuando afirmaba que el cuerpo es la puerta al inconsciente.
De forma que, estar en el límite de las cosas psicológica y físicamente, puede ubicarnos a nivel personal en un lugar muy amenazante. Esto con independencia de la capacidad técnica o interpretativa que el o la artista puedan tener. Por lo que resulta necesario cultivar recursos psicoemocionales y psicocorporales sólidos enfocados al autocuidado y al autoconocimiento, que den soporte y contención a esta experiencia de moverse a través de la incertidumbre. Recursos que permitan a la persona habitar su condición de artista escénico/a desde un lugar más robusto y que a la vez le permitan ponerse al servicio de la escena sin sentir la integridad en peligro.
Indagando
¿Cómo convivir con la naturaleza de la creación artística desde la apertura del corazón y la mente pudiendo tomar consciencia y distancia de los patrones reactivos o de los prejuicios sobre Sí mismo-a?
¿Cómo encontrar un espacio psicológico seguro y a la vez dinámico para relacionarse con las experiencias personales desafiantes y las emociones difíciles, derivadas de los procesos de formación, sin ser constantemente secuestrados por éstas?
¿Qué son las emociones? ¿para qué sirven? ¿cómo se relacionan con la mente? ¿Cuáles son las rutas de movimiento y transformación que éstas establecen en el cuerpo?
¿Cómo cultivar una relación de intimidad y confianza consigo mismo-a, en la cual sea posible convivir con las dificultades de la manera más plena y pacífica posible?
Éstas son algunas de las preguntas que este espacio propone explorar y responder en un intento legítimo por devolver a los intérpretes-creadores la autoridad y la responsabilidad de reivindicar el valor del cuidado ante sí mismos y ante todos aquellos con quienes lleven a cabo su práctica artística.
El curso busca
A través de un marco teórico psicoeducativo y de técnicas de educación somática, técnicas psico-corporales, ejercicios físicos de regulación del sistema nervioso y de regulación emocional, así como de prácticas contemplativas y pre-expresivas se pretende:
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Ofrecer recursos útiles para llevar a cabo un proceso de autoconocimiento, autodesarrollo y aprendizaje sobre habilidades y cualidades emocionales, mentales y corporales que permita cambiar la relación con los propios contenidos internos (en vez de controlarlos, reprimirlos o insensibilizarlos), con el objetivo de encontrar seguridad para sentir, ser y estar en el ámbito de lo escénico.
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Buscar puentes comunicantes a nivel corporal y expresivo para resignificar la relación con las emociones y los pensamientos en general, y que puedan ser usados para plenificar el trabajo personal en escena.
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Revisar los hábitos y las conductas desde donde abordamos el entrenamiento técnico, interpretativo y el acto creativo, con el propósito de reconocer cuáles de estas son desadaptativas.
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Promover un ejercicio de interdependiencia e interconexión entre la experiencia mental, la emocional, la corporal y la relacional, que permita desarrollar habilidades psicoemocionales constructivas.
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Promover un proceso consistente de desidentificación de todos aquellos recursos internos (pensamientos, sentimientos, roles, ideologías u otras características) que se asumen como parte de la identidad, pero que en realidad sólo corresponden a la expresión de las Funciones Psicosomáticas y por lo tanto, no son en sí el propio Ser o Núcleo de Identidad.
Esto con el objetivo de aprender a distinguir y por lo tanto poder tomar distancia, de la persona que se es y el rol que se tiene como músico, bailarín o actor.
El taller se divide por bloques temáticos e incluye
Cuadernillo de trabajo y de estudio por bloque temático
Prácticas guiadas en audio
Materiales de trabajo
Ropa de entrenamiento
Agua para hidratarse
Papel de baño o kleenex
2 pelotas de esponja dura del número 3
1 frazada pequeña
1 cojín
libreta
pluma
Informes e Inscripciones
Vía correo electrónico: confiando@gmail.com
Costo mensual: $600
*Incluye cuadernillo de trabajo y de estudio
y prácticas grabadas.
Imparte: Gabriela Saldaña-Argáez. Artista Escénica y Psicoterapeuta Somática.
Fechas: Todos los viernes. Inicia el viernes 5 de septiembre.
Horario: de 16:30 a 18:30
Lugar: Escuela de Artes Marciales Clásicas Japonesas Bujinkan Seishin Gyō Dōjō | Plaza La Joya. Local P | Av. Emiliano Zapata #825. La Pradera, Cuernavaca.